lunes, 26 de febrero de 2024

OASIS

Bajo las sábanas

nuestros pies se acarician.

La lluvia rabia.

viernes, 19 de enero de 2024

LOS POEMAS

Era un sol mustio 
largamente manoseado. 
Atravesé el umbral del tiempo
con desasosiego 
observando por la luna trasera 
los daños colaterales de la mudanza  
que menguaban 
con su embalaje cinéreo. 
Allí había dejado mis poemas de juventud, 
anillados, a la intemperie. 
Mi fantasma yacía erguido y tumefacto 
en un descampado baldío 
junto a un contenedor atestado. 
Nunca sabré si debí mejor
haberlos quemado.
Irían supuse ojos extraños a hozar  
entre los despojos. 
Quien husmeara  
entre aquellos vestigios 
donde rezaba el verso 
Mujer de Lot, no te asomes al pasado, 
se toparía con mi frágil desnudez 
y con el brulote que se cernió sobre mí, 
pelirrojamente, 
hace más de veinte años. 
El desencanto, ya no tan exultante,  
es más bien resignado, pertinaz, 
este esbozo de mirada acuosa, lunática, 
me viene de fábrica; 
también la madre clavada en una cruz 
en la cabecera de la cama 
y el padre que no escatimó en ausencias  
ni en reproches. 
Cavilaba, dejando polvorienta estela
entre las trochas, sobre la ingratitud 
y sobre cómo se escribe una vida. 
Los poemas atrás, inermes, 
danzaban con las páginas al viento 
encarando al cielo gris con sus escombros, 
los fueguitos fatuos del cadáver. 

jueves, 31 de agosto de 2023

EL CUERVO

 

                         Give me your tired, your poor,
                                            Your huddled masses yearning to breathe free,
                                            The wretched refuse of your teeming shore.


El cuervo robó el sol, 
un disco apenas refulgente  
tras el velo de la humarada, 
los bosques prehistóricos arden  
no muy lejos de aquí. 
Sigue el adusto Moloch quemando niños  
donde las torres inmortales 
sirven de asta a la bandera soberbia
y los puentes dan lecho 
a los parias de la nación. 
En las reservas se levantan tótems al dólar,  
los pumas acechan las casas prefabricadas, 
se hacinan los galopes en la pradera, 
los chicanos panzones en sus pickups.  
Una caja sorpresa destapa  
una cadena de restaurantes de comida basura 
que prolifera con los casinos 
en los márgenes de la carretera. 
Cerdos en Harley  
atraviesan el sueño, la tierra prometida 
armada hasta los dientes: En Dios confiamos. 
Acampa en las aceras   
la escoria contorsionista  
del papel de plata y fentanilo,  
se arremolina estática en posturas imposibles. 
La cochambre es un monólogo extendido 
de tics, cabeceos y sacudidas.  
Muebles desvencijados del panorama urbano,
la vivienda es un espejismo. 
El negro vesánico y sus muñones 
lanza improperios desde su silla de ruedas. 
Gritan las calles,  
lloran las calles,   
asaltan las calles,  
violan las calles  
del viejo downtown. 
Me asfixio, solloza alguien 
pero no tiene dinero.
Cómo le explico, señor agente,
que la raza es un constructo.
Grandes coches, grandes cafés y grandes refrescos, 
mayor mentira, mayor fervor, 
exorbitantes pretextos para triunfar,   
esclavizarse en gloriosa soledad, 
a los intrusos se les aplicará  
todo el peso de la ley.
La fachada amable de los rostros, 
(quién dijo paroxismo patriota) 
la sonrisa superficial de niñatos de clase alta  
está cargada de buenas intenciones,  
el veterano de guerra  
exige su limosna  
junto a un saco de latas retornables.
La camarera con un guiño
me sirve un par de huevos
y otro aguachirri en el diner.
Afuera, en la valla publicitaria, 
alientan a salvar vidas
guardando las pistolas bajo llave.
Los troncos de conífera duermen varados  
a orillas del Pacífico. 
El cuervo perforó la bruma
y se esfumó en la vastedad
con una pepita de oro en el pico.




viernes, 17 de marzo de 2023

COLA DE LAGARTIJA

Observas mi compungido 
corazón amarillo
con los labios apretados.
Ante tanta previsibilidad
no esperaba esto, hijo mío,
estos ojos encharcados 
donde sumergirme.
Fui espoleado por mi propia niñez,
más bien por la retrospectiva 
que lo edulcora todo.
¿Qué lección de vida es esta?
Pretendía mostrarte algo asombroso
y confundí inocencia con sadismo.
La extremidad cercenada 
yace ahora sobre el balasto
entre contorsiones y espasmos.
La deja atrás un reptil 
aturdido y renqueante.
Es el golpe poético que me noquea
y quedo abismado. 
Quise rescatar de mi pueril mirada
un presente terrenal, la fascinación,
pero exhumo un escalofrío feroz
que trae consigo el reproche de los años,
lacera el eco en sus volutas.
La sedación de la pasión,
las mentiras del sacrificio 
en parihuelas,
gota insistente en el cráneo
que fue llenando mi mochila. 
Es la cola persecutoria,
la epifanía cruel y sinuosa,
la estrella apagada 
aún refulgente a años luz,
y tú y yo de la mano
presenciando en silencio el drama.

sábado, 12 de noviembre de 2022

EN ST ANDREWS

Fue en una calle tranquila, empedrada,
donde me abordaron 
la naturaleza del tiempo
y las leyes de la gravedad.
La puerta abierta de aquella casa
me reclamaba
como ávido gaznate,
como sumidero.
Se escapaba un aroma 
a galleta de mantequilla,
una mezcla de polvos de talco,
pimentón y costurero.
Olor que me arrastraba 
inevitablemente
a la puerta abierta de mi infancia.

Qué campo inmerso en la niebla
es el recuerdo.
Ella agoniza en la cama
y dos monjas nos escoltan.
Le dejo un caramelo 
en la mesilla de noche 
y le digo: para luego.

Volvería a aquella habitación
ya vacía 
y a partir de ahí
la buscaría mil veces 
en una estrella,
la que más brilla.

Pero entonces me hallaba 
frente a una puerta abierta.
Qué canto de sirena 
es una fragancia
veinte años después.
Aquel instante fortuito
me aspiró dulce, violentamente,
tirando de mi cadena 
de hombres de papel,
dejando una sombra sola
poblando la vida
en una calle tranquila, empedrada.

Todavía hay un caramelo 
en algún sitio
reclamando una boca
en una mesilla de noche.



miércoles, 14 de septiembre de 2022

EN MUSSELBURGH

                                a Adam Cawood
No son graznidos,
son lamentos, te digo.
Mi mirada 
se clava en el cielo,
sigue la elipse y se dilata.
Vacilándome replicas 
mientras pides otro trago
con un gesto.
El ave atraviesa el lienzo plomizo,
pronto caerá la noche.
Seguimos asando lapas
en una hoguera colosal,
bebiendo a morro
de una botella de absenta.
Nuestros rostros se encienden,
la playa negra, de fondo,
desaparece entre las risas.
Me despierta elevado clamor,
el perfil de una gaviota vocinglera
alborea hoy en los tejados.
Me desvela el recuerdo
de aquella remota juventud,
amistad de solera.
Así baja la marea
y descubre los desechos.
Canción. Abrazo. Verbena.




lunes, 29 de agosto de 2022

SCROLL DOWN

Tras la meseta,
las gotas resbalan 
en los cristales
como queriendo llamar la atención.
Los pasajeros sumidos
en la luz de sus pantallas 
ignoran deliberadamente
la vida exterior.
Escampa en el valle
y un haz entre las nubes
engendra efímero arcoíris
que se contonea 
ante un público ingrato.
Las yemas de los pulgares oponibles
impulsan, en unánime frenesí,
cascadas de información
en un scroll down infinito,
de arriba abajo,
hasta los avernos.
Así ofrendan al big data,
así se postran al algoritmo
y vencen al sopor.
Tampoco repararán
en esta única, exquisita
puesta de sol, ocaso rubí,
billete de ida
de la existencia.